domingo, 7 de noviembre de 2010

AUH para la Protección Social

“Esto no terminará con la pobreza, pero servirá como paliativo para
quienes todavía no tienen trabajo”.
Cristina Fernández de Kirchner, 29
de octubre de 2009.


El 29 de octubre de 2009 la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, anunciaba la creación de la Asignación Universal por Hijo (AUH). El cumplimiento de un año de su implementación es motivo más que suficiente para hacer un breve análisis de sus efectos.


La AUH es una plan social que claramente apunta a la inclusión social y que, desde una humildad razonable, no deja de ser muy ambicioso. Tal como lo reflejan las palabras de la Presidenta, el plan no busca lograr el fin de la pobreza, pero sí contribuir a la inclusión de sectores marginados otorgándoles herramientas para gozar de más y mejores oportunidades.


Seis de cada 10 chicos que se benefician con la asignación anteriormente mencionada no percibían ningún tipo de plan social nacional. Esto se refleja automáticamente en una disminución de la pobreza y de la indigencia. El Estado llegando a sectores a los que antes no llegaba.


La masividad de alcance de la AUH, que llega a más a de 3.6 millones de chicos en 1.927.310 hogares en todo el país, hace que sea comparada con dos iniciativas ejemplares, según las Naciones Unidas, en esta materia: la Bolsa Familia en Brasil y el Plan Oportunidades en México.


Por otra parte, la implementación de la AUH busca generar incentivos para el acceso y la demanda de derechos básicos como son la educación y la salud. Una parte del dinero de la asignación únicamente es percibida con la presentación de los certificados de escolaridad y vacunación.


Este requisito produjo, en el último año, un significativo crecimiento de la inscripción en preescolar y en secundarias, así como en las visitas a hospitales, siendo para muchos chicos su primera revisación médica. No podemos dejar de lado el gran desafío, y compromiso, que esto representa para el Estado, que debe mostrar solidez y la capacidad de respuesta adecuada.


La matrícula en las escuelas secundarias creció 25 por ciento en el año, mientras que los controles de salud y vacunación aumentaron 56 por ciento y la inscripción en el Plan Nacer de cobertura médica a embarazadas y recién nacidos subió en 750 mil personas(http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-156248-2010-11-04.html).


En un sentido similar, la AUH promueve el consumo. Según ciertos informes sobre el plan (de ANSES, OIT y privados), quienes perciben el subsidio por los chicos, en su mayoría las madres, lo destinan a bienes básicos, útiles escolares, indumentaria y materiales para mejorar sus hogares.


No debemos pensar ingenuamente que la AUH es perfecta, ni que soluciona todos los problemas de inclusión o pobreza que tenemos. Necesita, entre otras cosas, de transparencia en la distribución y de publicidad, como lo contrario a discrecionalidad o arbitrariedad.


Inclusión. Derechos. Dignidad.


Hasta la próxima, siempre…


Winston Smith

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