domingo, 27 de febrero de 2011

Símbolos

Elegimos destacar, de la semana pasada, dos acontecimientos sociales que merecieron nuestra particular atención. Por un lado, el anuncio de la Presidenta Cristina Kirchner del lanzamiento del programa “Deporte para Todos” y, por el otro, la creación de la Casa Patria Grande Néstor Kirchner. Dos hechos muy distintos que guardan una relación estrecha.


Como le había tocado al fútbol, sin duda el deporte más popular del país, ahora fue el turno de extender el beneficio a los demás deportes que, no por menos populares, dejan de tener una significativa importancia social y cultural. Ampliar la cantidad de disciplinas que pueden verse por televisión y posibilitar que la gente conozca y acompañe a los representantes nacionales del deporte desde las sillas y sillones de múltiples hogares, implica extender el derecho, antes distribuido plutocráticamente, de acceder y participar de una de las expresiones más genuinas del pueblo. Ahora sí, millones de televisores de todos los tamaños y modelos prendidos al unísono en el mismo canal. Personas diferentes, con costumbres distintas, unidas aunque sea por un par de horas por una pasión compartida.


El deporte es reconocido por todos como una de las grandes cosas que puede tener una sociedad. Como tal, simboliza y agrupa muchos de los mejores atributos esperables en las personas, funciona como unificador e igualador social, otorga identidades y símbolos comunes y, entre otras cosas, muestra valiosos ejemplos de vida.


Estos atributos, y los muchos otros que el deporte posee, son ponderados aún más gracias a su ampliado impacto sobre el segmento juvenil de la sociedad, que tanto cuesta cautivar. Por lo tanto, la voluntad de minimizar en ciertos aspectos la mercantilización que experimenta el deporte no puede ser desestimada.


En no pocas ocasiones, desde acá se valoró el proceso de creciente integración latinoamericana que estamos viviendo desde hace ya algunos años. Nos toca ser espectadores, por qué no partícipes, de otro episodio de este proceso con la inauguración de la Casa Patria Grande Néstor Kirchner.


En el ámbito de la Unasur, se crea esta institución con el objetivo de formar un centro de estudios destinado a promover la integración de los pueblos latinoamericanos. Formaron parte de esta ceremonia el Presidente de Uruguay y el de Paraguay, Mujica y Lugo respectivamente, así como también lo hicieron algunos reconocidos personajes de la cultura de nuestro país.
Como el kirchnerismo nos tiene acostumbrados, la simbología en sus acciones no es un dato menor. El acto se realizó el 25 de febrero, día del nacimiento de Néstor Kircher, y el edificio que albergará la Casa es el mismo en el que funcionó el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.


Ambos acontecimientos son analizados por nosotros a partir de su importancia social. Evidencian a un gobierno que se mantiene fiel a ciertos principios que erigió como estandartes de su gestión y, de igual forma, mantienen vivo el legado del fallecido ex presidente.


Como era de esperar, conforme el paso del tiempo, la figura de Néstor aparece cada vez más grande en nuestro horizonte, y en los casos centrales de este artículo podemos rastrear su impronta decisiva.


En este año determinante que comenzamos a transitar, muchas de estas cuestiones estarán en disputa.


Hasta la próxima, siempre…


Winston Smith

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