domingo, 9 de enero de 2011

Olvidados

Ilusiones, promesas, necesidades, engaños, estafas, delitos…

Sin luz, sin agua, sin posibilidad, sin escape…Sin dignidad, sin salida…

Los últimos días salieron a la luz dos casos tan aterradores como indignantes. Se trata del descubrimiento de dos campos cercanos a San Pedro en los cuales había grupos de trabajadores en estado de esclavitud.

En los campos pertenecientes a importantes empresas, se registró la existencia de niños y adultos traídos desde Santiago del Estero y mantenidos en condiciones completamente indignas para la vida humana. El relato de las mismas genera incredulidad de parte de cualquier lector y, a su vez, la impresión de que se trata de algo que no se corresponde con este momento histórico.

La situación es la siguiente: las empresas en cuestión se dirigían hacia la provincia norteña en busca de mano de obra rural para desflorar maíz (sólo posible manualmente). No es difícil imaginar que lo que les prometían era muy distinto a lo efectivamente les daban. Se los atraía bajo el compromiso de una buena remuneración y condiciones de trabajo y vida adecuadas.

Sin embargo, al llegar se encontraban con muchas horas de trabajo diarias, las cuales eran sub-remuneradas. Como si fuera poco, estaban obligados a adquirir todo lo que deseaban en el lugar, a precios irrisorios, lo cual era descontado de su salario. Y hay más. Vivían hacinados, sin agua, electricidad, baños. No se los dejaba abandonar el lugar, bajo amenaza de un posible castigo a todo el grupo de trabajo. Algunos ni sabían dónde estaban.

Claramente era trabajo esclavo. Pero, ¿era trabajo? Cuando el trabajo es esclavo no es trabajo, sino esclavitud. Sabido es que los trabajadores rurales son, en general y sin que surja de un estudio científico, más precarizados, o al menos, más vulnerables a dicha práctica. Son, también, menos visibles desde la centralidad de Buenos Aires.

Nadie aceptaría este tipo de trabajos, este tipo de explotación con gusto. Eso está claro. Pero cuando se junta la necesidad con la carencia absoluta de educación se complejiza la situación. Por lo tanto, resulta del aprovechamiento de una relación asimétrica en la que prima, de un lado, la vulnerabilidad, el desconocimiento, y del otro, el aprovechamiento y la manipulación de esa condición.

Nuestro Código Civil prevé la posibilidad de que se generen situaciones asimétricas en las que prima, de un lado, la vulnerabilidad y el desconocimiento, y del otro, el aprovechamiento y la manipulación de esa condición. En efecto, el Art. 954 de dicho cuerpo normativo se refiere al "ESTADO DE NECESIDAD", y establece "También podrá demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una de las partes explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación. Se presume, salvo prueba en contrario, que existe tal explotación en caso de notable desproporción de las prestaciones." Pero la situación que aquí se analiza va mucho más allá. Estos empleadores (si es que así se los puede llamar) se encuentran infringiendo prácticamente toda la legislación laboral de este país e innumerables convenciones internacionales sobre Derechos Humanos.

Juegan con aquellos que necesitan dinero, trabajo y que están acostumbrados a soportar situaciones extremas. Algunos saben que los explotan y otros no, algunos saben cómo defenderse y otros no. El problema son los que no, los que no conocen sus derechos y los que no saben hacerlos respetar. Son personas que se las mantiene en esa condición porque a algunos otros les conviene y saben sacarle provecho.

Somos todos iguales ante la ley, todos tenemos los mismos derechos y la justicia debería alcanzarnos a todos por igual. Pero sabemos que no es así. Lo indignante de la situación es que la razón de ser del trabajo es negada y, aún más, la misma condición humana desaparece.

Manteniendo las opiniones que desde aquí expresamos en anteriores notas, estamos atravesando un tiempo en el que el Estado está recuperando su rol regulador y se está haciendo más presente en la defensa de los más débiles. Sin embargo, en este caso se enfrenta a una situación más compleja, en la cual debe ir en búsqueda de estas personas, debe ser él quien las encuentre y quien las proteja, pues de lo contrario puede que estas nunca acudan a él autónomamente, ya sea por ignorancia, imposibilidad o temor.

Se necesita un Estado activo para que investigue, procese, sancione y fundamentalmente prevenga este tipo de situaciones. La esclavitud ha sido abolida hace siglos. Deben arbitrarse las medidas necesarias para que la libertad no sea una mera abstracción.

Hasta la próxima, siempre…

Winston Smith

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